Utiliza la cáscara de esta fruta para que tus plantas florezcan con fuerza

Si eres un apasionado de la jardinería, o simplemente eres un aficionado que cuenta con unas pocas plantas en casa, hay un truco que posiblemente desconozcas y que te será de gran utilidad si quieres que una de las plantas más bonitas y coloridas que existen, florezcan a un ritmo mucho mayor al que lo hacen habitualmente.

Hablamos de las orquídeas, esas plantas de interior cuyas flores coloridas dan un toque de encanto al hogar. Según informa la especialista en jardinería Olivia, fundadora de Gardening Olivia, existe un truco de lo más fácil y útil para conseguir que las orquídeas florezcan como deseamos y de forma mucho más rápida.

Para ello solo se necesitarán cáscaras de plátanos, y es que, tal y como expone Olivia, se trata de un truco infalible que ni ella misma se imaginaba que pudiera funcionar. "Lo crea o no, las cáscaras de plátanos pueden ser un excelente fertilizante orgánico para ayudar a sus orquídeas a florecer".

Ella misma asegura que al escuchar este método por primera vez, tampoco se lo creyó. Pero todo cambió al probarlo por primera vez. "Me he convencido. Mis orquídeas solían florecer esporádicamente, una o dos veces al año con suerte. Pero desde que cambié a las cáscaras de plátano como fertilizante, florecen como un reloj varias veces al año", afirma.

La clave de esta peculiar y satisfactoria mezcla se encuentra en el principal nutriente que contiene el plátano, el potasio. Y es que se trata de un nutriente fundamental para el crecimiento de las plantas, algo que, sumado al incremento de la resistencia a enfermedades y ayuda al desarrollo de raíces sanas, es clave.

"El potasio es importante para la salud general de las plantas y desempeña un papel clave en la floración. Ayuda a transportar los carbohidratos, que las orquídeas necesitan para obtener energía para producir flores", aseguró.

Un proceso lento pero efectivo

Para que este interesante y peculiar método tenga el éxito esperado es necesario coger las cáscaras de los plátanos y colocarlas en un recipiente. Una vez hecho, se tienen que dejar secar al aire libre hasta que se sequen y se queden crujientes.

Tras esto, se coge la cáscara y se hace añicos para que sea más fácil esparcirla por encima de la planta. Así, las cáscaras liberarán los nutrientes "lentamente" pasado un tiempo. Esta práctica se puede realizar durante dos o tres veces al año, ya que de lo contrario se podría fertilizar en exceso a la planta, sienod así contraproducente.

Por último, y a modo de consejo, Olivia asegura que el momento ideal para llevar a cabo este proceso es, bien a finales de verano o bien a principios de otoño y concluye: "Para un fertilizante tan simple y natural, las cáscaras de plátano realmente no tienen rival".