Un geólogo revela los secretos que hay en el fondo de los embalses españoles
"Son conscientes, y toman medidas de mantenimiento barato".
Los embalses españoles podrían guardar una gran sorpresa bajo la superficie del agua. Esta es la conclusión a la que han llegado algunos expertos en la materia, tras la realización de distintos estudios. Una sorpresa que podría afectar al nivel real del líquido elemento que albergan.
Hasta tal punto que de elaborar en actualidad un exhaustivo análisis de la capacidad real de estas infraestructuras estratégicas "saldrían sorpresas". Se trata de la opinión de Manuel Lombardero, geólogo y miembro del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), en declaraciones para un amplio reportaje del diario ABC.
¿Qué sorpresas? Básicamente, que en realidad, los niveles de agua en los embalses españoles podrían estar entre un 10 y 15% por debajo de lo que recogen los datos oficiales.
¿Por qué habría menos nivel de agua en los embalses que lo reflejado en datos oficiales?
El mencionado experto alude a la existencia de sedimentos acumulados en los fondos de los embalses, cuestión de la que se desprende esa horquilla de 10-15% respecto de los indicadores oficiales. "Eso son muchos hectómetros cúbicos de agua en un país como España", señala Lombardero.
Cabe destacar que se carece de un estudio sistemático sobre el estado de los 1.200 embalses españoles, pero la llegada y depósito de sedimentos a estas infraestructuras es totalmente inevitable. Aún más cuando muchas de ellas fueron construidas a mediados del pasado siglo.
No obstante, voces expertas apuntalan las palabras del anterior geólogo. Por ejemplo, es de ese parecer Duminda Perera, coautor de un estudio de la Universidad de Naciones Unidas, que en declaraciones al citado periódico detalla que "la sedimentación y la pérdida de almacenamiento en las presas es un problema lento y silencioso que muchas veces pasa desapercibido".
Según Perera, esta es una dinámica a escala global que se traduce en la pérdida mundial de capacidad para embalsar agua en unos niveles que van del 13% al 19%. Lo califica de "desafío", ya que en determinados casos "puede ser crítico y provocar el abandono de las presas poco después de su construcción".