¿Por qué Nueva York parece Marte? La respuesta está en los incendios de Canadá
Hay casi 400 incendios en el país vecino, alrededor de la mitad fuera de control, y las corrientes de humo han llegado a la Gran Manzana. Hay problemas para poder respirar y complicaciones en vuelos.
Las imágenes no dejan de repetirse en las noticias, en las redes sociales, en los canales de mensajería: Nueva York completamente envuelta en una densa humareda naranja, el cielo encapotado, los ciudadanos con mascarilla y gafas. Una escena apocalíptica "directamente sacada de Marte", afirma el New York Post. En realidad, la ciudad norteamericana está sufriendo apenas los coletazos de los enormes incendios que se están produciendo en el país vecino, Canadá. Allí es donde está el verdadero problema.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha anunciado esta madrugada la llegada de "cientos de bomberos estadounidenses" a su país para hacer frente a los fuegos que afectan a varias zonas. Trudeau, que ha indicado que hay más bomberos "en camino", ha mantenido una llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien le ha agradecido "toda la ayuda que los estadounidenses están prestando mientras seguimos luchando contra estos devastadores incendios forestales".
Biden, por su parte, ha ordenado desplegar "todos los recursos federales de extinción de incendios disponibles que puedan ayudar rápidamente a sofocar los incendios que afectan a las comunidades canadienses y estadounidenses".
"Hasta la fecha, Estados Unidos ha desplegado más de 600 bomberos y personal de apoyo, así como otros medios de extinción, para poder responder a los incendios", reza un comunicado de la Casa Blanca.
Además, Trudeau y Biden han conversado sobre la "cooperación continuada" para prevenir los incendios forestales y hacer frente a las repercusiones sanitarias que estos incendios tienen en nuestras comunidades".
Por otro lado, el jefe de Gobierno canadiense ha remarcado que estos incendios están afectando a las rutinas diarias, las vidas y los medios de subsistencia, y la calidad el aire. "Estamos viendo cada vez más este tipo de incendios debido al cambio climático", ha aseverado, al tiempo que ha indicado que su Administración trabajará, también "con socios de todo el mundo", para "hacer frente al cambio climático y abordar sus efectos".
En los últimos días, el humo de los alrededor de 362 incendios forestales que están activos en todo Canadá se ha extendido por los principales centros urbanos canadienses así como varias ciudades de la costa este de Estados Unidos, lo que ha provocado el dramático descenso de la calidad del aire, incluso en Washington. Cuesta respirar hasta en espacios cerrados y por eso las personas van con mascarillas y gafas.
Nueva York, que se cubrió este miércoles de una luz naranja y olor a quemado, registró los mayores niveles de contaminación en décadas, por lo que las autoridades pidieron a los ciudadanos permanecer en casa. La capital canadiense, Ottawa, se convirtió también en una de las ciudades del mundo con peor calidad de aire a consecuencia de las partículas de los incendios en las provincias de Quebec y Ontario. Toronto, la mayor ciudad canadiense, también está en alerta por el empeoramiento de la calidad del aire que no se prevé mejore hasta el fin de semana.
Los aeropuertos de LaGuardia, en Nueva York, y de Newark, en la vecina Nueva Jersey, están sufriendo importantes retrasos debido a la baja visibilidad causada por el intenso humo. Según la página Flightaware.com, este miércoles se han producido retrasos en un 37 % de los vuelos que debían salir de LaGuardia (con una media de 2 horas de retraso), y en un 17 % en el caso de Newark (82 minutos de retraso); también ha habido algunas cancelaciones (19 en LaGuardia y 15 en Newark).
Las autoridades canadienses están recomendando que las personas de avanzada edad, niños e individuos con problemas respiratorios limiten sus actividades en el exterior en las regiones afectadas por el humo. De los casi 400 incendios que ha llegado a haber en Canadá, alrededor de la mitad están fuera de control.
Las autoridades canadienses han advertido que las cifras de incendios y hectáreas quemadas son muy superiores a lo normal para estas fechas del año y que en los próximos meses la situación empeorará a niveles nunca vistos en el país. Se habla, por ahora, de cuatro millones de hectáreas quemadas.