Más de 30 ciudades en riesgo extremo de desaparecer por el cambio climático
Los pronósticos comienzan son cada vez más alarmantes.
Se trata de uno de los graves problemas de nuestro tiempo. La crisis climática se presupone como el mayor reto ante el que las generaciones actuales y venideras tendrán que enfrentarse durante este siglo.
Es una carrera contrarreloj y durante las últimas décadas, muchas han sido las voces que se han alzado exigiendo soluciones y compromiso a los gobiernos, ciudadanos y multinacionales de todo el mundo.
La cooperación como principal aliada
Pero parece no ser suficiente. El escepticismo por parte de muchos líderes políticos junto a unos acuerdos, con medidas tan débiles como ineficientes, están haciendo de este problema un gigante que no para de crecer.
La negativa a colaborar por parte de los países cuyas industrias son las más contaminantes (EE.UU, India, China o Rusia) durante los últimos años, suponen un hándicap añadido en esta lucha, que parece lejos de resolverse.
Pero actualmente, las consecuencias del cambio climático ya son más que palpables y suponen un riesgo que en pocas décadas puede convertirse en irreversible y provocar la mayor crisis humanitarias de la historia.
230 millones de personas están en riesgo
La subida del nivel del mar como resultado del calentamiento global es una realidad que no todo el mundo parece estar dispuesto a reconocer. En esta línea, la ONU ha alertado en numerosas ocasiones que ignorar el problema no puede seguir siendo la postura mayoritaria, por lo que argumenta con datos el futuro al que el mundo se aproxima.
Los pronósticos son claros: si no se reducen a cero las emisiones netas de carbono antes del 2060, los efectos del cambio climático se tornarán completamente irreparables.
Esto se traduce en que muchísimas ciudades costeras se verán, paulatina pero inevitablemente absorbidas por el mar, con todo lo que ello conlleva: crisis migratorias sin precedentes, miles de especies de flora y fauna se extinguirán y la cadena alimenticia sufrirá transformaciones y desequilibrios para las que el mundo no está preparado.
Según un estudio de la revista Nature, hasta 36 ciudades se encuentran en riesgo alto o extremo de sufrir estos efectos. Ciudades como Tokyo, Nueva York, Osaka, Estambul, Jakarta, San Francisco, Boston Lisboa, Londres, Ámsterdam, Venecia o Dublín entre otras muchas, no podrán hacer frente a las subidas del nivel del mar. Según los estudios más optimistas este subiría 1,5 metros, pero con la posibilidad de aumentar hasta los 2,5 m.
La ONU alerta al mundo
Desde la Organización de Naciones Unidas se busca de manera desesperada una solución que pueda desencallar la situación actual, intentando promover políticas ecológicas que sean beneficiosas para todos los gobiernos. Sin duda, se trata de una misión tremendamente complicada vistas las posturas de los principales protagonistas.
De hecho, países como Egipto o Indonesia ya han iniciado los trámites administrativos para cambiar sus capitales. En el caso del país asiático, Yakarta dejará de ser la capital en favor de Nusantara, ciudad ubicada en Borneo, lo que supone el primer traslado de capital en la historia por el cambio climático.
Con estos hechos demostrables, desde la organización supranacional se está intentando presionar a los gobiernos más reticentes a aplicar medidas severas que limiten las emisiones y frenen el calentamiento global, aunque la realidad actual parece indicar que, por el momento, nadie dará su brazo a torcer.