La mosca negra se expande por estas seis comunidades
En este momento, se ha detectado en niveles altos en Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid.
La mosca negra se ha convertido en un motivo de preocupación en España. Se trata de una especie nativa en nuestro país, pero que se ha convertido en una plaga. Se reproduce más y durante más tiempo que otras hermanas y primas, gracias al cambio climático, que todo lo está alterando. Sus mordeduras son dolorosas y provocan heridas que pueden infectarse, por eso hay que estar alerta.
En este momento, se ha detectado en niveles altos en Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid. Los cambios medioambientales que se han producido en los últimos años, junto a la mejora de la calidad del agua de los ríos, ha sido el caldo de cultivo ideal para mejorar el hábitat de estos insectos y hacer que proliferen por encima de li habitual. No es el primer verano, pero aún no estamos acostumbrados a ella y hay que ser prudentes y saber actuar.
La mosca negra vive de nuestra sangre y puede llegar a causar hematomas. Estos animales son algo más pequeños que la mosca habitual, pues miden entre tres y seis milímetros. Como explican desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), "cuentan con una boca en forma de sierra con la que producen una herida en la piel en la que inoculan la saliva, dejando como marca un punto rojo además de la inflamación".
Estas moscas no pican, como suele pensarse, sino que muerden. Ese mordisco no se nota en caliente, sino hasta horas más tarde, porque además inyecta un anestésico a su víctima, lo que retarda los efectos y el tratamiento. En particular, son las hembras las que causan daño, porque necesitan sangre para el desarrollo de sus huevos.
Ese mordisco lo que hace es erosionar la piel de las personas, lo que provoca una inflamación y un intenso dolor. La piel se corta por los pequeños dientes y el daño es importante porque, además, suelen morder varias veces en un mismo ataque. Se calcula que la duración de las heridas es de una semana. Su saliva, además, puede causar una reacción alérgica a las personas más sensibles, por lo que a veces hace falta antibiótico en algunos casos.
La Comunidad de Madrid, ante esta alerta, ha enviado un comunicado de prensa en el que explica que, aunque herida sea realmente dolorosa, no hay que preocuparse porque esta mosca no transmite ninguna enfermedad en nuestro país, como sí ocurre en otros. Sin embargo, tal y como subraya su la Consejería de Sanidad, "se ha detectado que, en algunos de los municipios afectados por su presencia, el número de consultas por picaduras de insecto en los centros de salud es mayor a la media del resto".
Empresas ambientales han instado a las Administraciones públicas a actuar de forma preventiva con la mosca negra. Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), ha explicado a Europa Press que, "al igual que todos los insectos, no mantiene su temperatura" y "suele vivir cuando la temperatura del medio es adecuada". El calentamiento del planeta hace que tenga durante más tiempo esa temperatura adecuada, la llamada "ventana de reproducción", que suele ser de primavera a final de verano, y ahora "eso se amplía, la primavera empieza antes y el otoño acaba más tarde". Tienen más tiempo y, como hace más calor, también se reproducen más veces.
¿Cómo prevenir su expansión? Galván habla de labores preventivas sobre las larvas, antes de que crezcan más, con insecticidas biológicos que tengan menos impacto sobre el medio. "Año tras año nos vamos a encontrar con este insecto", augura, por eso hay que tener localizados los focos y prevenir.
Para particulares, afinan que no se recomienda utilizar pulseras antimosquitos porque "su eficacia está muy cuestionada", dice SEMES, donde indican que "el mejor repelente para la mosca negra es el DEET (Dietiltouamida) a altas concentraciones (