El embalse muerto desde 2023 resucita por el tren de borrascas y multiplica por seis sus reservas
Cambio de tornas.

Giro vertiginoso con uno de los pantanos más castigados por la sequía de todo el país. Tanto que se trataba de uno de esos icónicos espacios convertidos en imagen de la sequía y desertificación. Lo dieron por muerto, en 2023, pero las cosas han cambiado en gran medida, sobre todo en los últimos meses.
Según recoge el diario Málaga Hoy, el pantano de La Viñuela se ha nutrido en gran medida de la última sucesión de borrascas, que aún continúa desde este jueves con el paso de la borrasca Martinho. No obstante, el verdadero impulso que le sacó de este pozo seco fue justo durante la pasada Semana Santa. Ahora, la receta vuelve a repetirse alejando aún más el fantasma de la sequía.
En este sentido, y según la citada información, dicho pantano ha superado los 60 hectómetros cúbicos, quedándose en torno al 36,53% de su capacidad, en datos de la Red Hidrosur de la Junta de Andalucía. Hace tan solo una semana tenía 15 menos, es decir se situaba en 45,56 hectómetros cúbicos.
Unas previsiones que aún podrían mejorar
Con todo, y según el citado artículo, las precipitaciones seguirán siendo la tónica durante los siguientes días y eso también tendrá traducción en este pantano. Si La Viñuela ya ha multiplicado por cinco sus reservas en un año, la previsión es que si todo continúa con esta intensidad, esas reservas se multiplicarían por seis antes del próximo mes de abril.