Podemos entierra al 'club' del Ibex35
Pablo Iglesias y los suyos han conseguido que calara como la lluvia fina un concepto tan viejo como la influencia de la oligarquía y los poderes fácticos sobre la política. Resumido en dos palabras: 'Ibex 35', que se ha convertirlo en un insulto tan eficaz que ahora los miembros del selecto club del índice bursátil no saben cómo quitarse de encima el sambenito.
Foto: EFE
Lo han logrado. Si algo le importa a la banca y a las grandes empresas es su reputación. Pablo Iglesias y los suyos han conseguido que calara como la lluvia fina un concepto tan viejo como la influencia de la oligarquía y los poderes fácticos sobre la política. Resumido en dos palabras: 'Ibex 35', que se ha convertirlo en un insulto tan eficaz que ahora los miembros del selecto club del índice bursátil no saben cómo quitarse de encima el sambenito. Aprovechando la tesitura y que los dos principales impulsores del Consejo de la Competitividad Empresarial -Emilio Botín y Alierta- ya no están, muchos de sus miembros han visto la ocasión perfecta para finiquitar un club en el que se sienten de todo menos cómodos. La cuestión es quién de ellos se atreverá a dar el primer paso.
Foto de César Alierta/EFE
El presidente de Inditex rechaza presidir el CEC
La idea ha florecido tanto entre la ciudadanía que los integrantes del Consejo Empresarial de la Competitividad están viendo quién entierra al muerto que en 2011 crearon entre todos. El fallecimiento de Emilio Botín marcó el inicio de la decadencia. Y ahora, la dimisión de César Alierta tanto en Telefónica como en el CEC, donde también era presidente, ofrece la oportunidad de no celebrar ni siquiera velatorio. Nadie quiere asumir un título tan desprestigiado. Por eso está siendo complicado encontrar un relevo para Alierta. El último en declinar la presidencia ha sido Pablo Isla, presidente de Inditex, tal y como asegura una fuente próxima al Consejo.
Foto de Pablo Isla/EFE
"En estos momentos, ese consejo no tiene ningún sentido. Ni en términos de reputación ni en términos de influencia. Podemos ha logrado que ningún político quiera retratarse con los empresarios y banqueros que lo forman, porque son los representantes del presunto poder que ejerce el Ibex 35 sobre los políticos", explica un alto cargo de una compañía catalana.
Nombres como el de Ana Botín, del Santander, Isak Antic, de Mango, José Manuel Entrecanales, de Acciona, Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, Dimas Gimeno, de El Corte Inglés o Florentino Pérez, de ACS son algunos de los quince integrantes de ese Consejo, más el Instituto de la Empresa Familiar. Por separado, en muchas de estas empresas no niegan que tratan de defender sus intereses y de ejercer su poder para lograrlo, pero insisten en que no actúan como grupo de presión. "El Ibex 35, en el sentido que lo emplea Podemos, no existe. Sobre todo, porque una eléctrica no tiene nada que ver con un banco. Por eso mismo actuamos individualmente, sin necesidad de ir en comandita", dicen desde una empresa del sector eléctrico.
Recuperar la reputación frente al caso Díaz Ferrán
El Consejo de la Competitividad nació en febrero de 2011, como narra un banquero, cuando al frente de la CEOE estaba Díaz Ferrán, con todas las papeletas para lo que sucedió un poco más tarde, entrar en la cárcel. No era precisamente la imagen más adecuada para representar a los empresarios. Fue también el peor año de la crisis. "Todo esto ha sido tan manoseado por los de Podemos, que son tan buenos haciendo eslóganes que, al colgarles el insulto del Ibex 35, a nadie de sus actuales miembros les interesa hacer esas exhibiciones de poder", reconoce un director de comunicación de una de esas grandes corporaciones.
Foto de Díaz Ferrán declarando en el juzgado/EFE
Desde otra de las empresas que integran el Consejo, continúan el relato. "Se creó en una situación extraordinaria, cuando la prima de riesgo y la reputación de este país necesitaban un empujón. Se trataba de establecer una diferencia importante entre lo que estaba pasando en Irlanda o Grecia y España. Si tú preguntas por una gran empresa irlandesa, solo sale Ryanair, y de Grecia, seguramente no se te ocurre ni una. España necesitaba enseñar que tenía multinacionales potentes, era una manera de reivindicarnos y de ejercer una tarea de reputación fuera. Y luego estaba el impulso que daba también el Instituto de la Empresa Familiar, con las familias catalanas. Ahora, dada la situación que se vive en Cataluña, e incluso los matices entre esas empresas, no parece tampoco el momento como para seguir en ello".
El debate sobre cuál es la mejor manera de deshacer el Consejo Empresarial de la Competitividad se ha instalado entre sus socios. Unos son partidarios por la vía de la inanición o del silencio administrativo. Otros, en cambio, tienen preparada la carta para darse de baja, pero no se atreven a dar el primer paso y abrir públicamente el melón. Lo que está claro es que las últimas incorporaciones como Ana Botín o Dimas Gimeno, que han heredado el sillón, poco tienen que ver con Rafael del Pino (Ferrovial) o Isidro Fainé (Caixabank).
Foto de Ana Patricia Botín/EFE