El Padrino
No es lo mismo un padrino a lo Marlon Brando en la película de Coppola, que a lo José Luis López Vázquez en La gran familia. Como tampoco es lo mismo un padrino como Felipe González o Aznar, que madrinas como Cospedal o Susana Díaz.
Para ascender en política hay que tener un padrino. Lo que no siempre es garantía de éxito. Y no es lo mismo un padrino a lo Marlon Brando en la película de Coppola, que a lo José Luis López Vázquez en La gran familia. Como tampoco es lo mismo un padrino como Felipe González o Aznar, que madrinas como Cospedal o Susana Díaz.
Las listas para las Elecciones Europeas dejan un rastro de quiénes son los que conservan algún poder orgánico o influencia por lo que un día fueron, al margen del cupo territorial con que se mide el poder de cada barón autonómico o de la cuota femenina. Aunque las listas más suculentas, en las que con más claridad se percibe la sombra de un buen padrino, son las generales. Pero el pulso ahora mismo está en las elecciones del próximo 25 de mayo.
Con las listas de los partidos en la mano, menos la del Gobierno -a la espera de que el presidente se decida por el líder-, lo primero que se percibe con claridad son las expectativas de unos y otros. "Las del PP se están haciendo a la baja porque vamos a perder escaños. Mientras la lista del PSOE está hecha con más ambición. A pesar del reciente caso de Rajoy y Arenas imponiendo a Moreno en Andalucía frente los deseos de Cospedal, no creo que ni Soraya ni el presidente vayan a intervenir mucho, salvo casos muy específicos. Será la secretaria general del partido quien tenga que templar gaitas con las tensiones territoriales", apunta un diputado del PP, poniendo cierta distancia.
Y es que Cospedal es un hada madrina moderna, de las que no se rinde a pesar de que su varita no siempre funcione. En el entorno de Génova es de dominio público que es madrina de Esteban González Pons para que encabece la lista a Europa. Una operación que le serviría a Rajoy para aplazar los cambios en el Gobierno, pues si Arias Cañete va de segundo -lo previsible- no tendría que buscarle un reemplazo hasta que se celebrasen las generales. "Habrá que darle satisfacción a Cospedal, aunque en el PP de Rajoy, Javier Arenas y José Manuel Romay Beccaria son los padrinos por excelencia. Sin embargo, en las europeas la secretaria general ejercerá más de madrina que Arenas o Feijóo", asegura un sagaz fontanero popular.
Romay Beccaria, al que Rajoy nombró presidente del Consejo de Estado, es la única persona a la que todo el PP reconoce en estos momentos como mentor de Rajoy y al que todavía escucha. "Otra cosa es que le haga caso. Pero el presidente a Romay le tiene respeto político e intelectual, y tanto a Rajoy como a Feijóo se les puede considerar sus ahijados", explica un dirigente próximo al Gobierno.
Cuesta hablar de Aznar, sobre todo tras su ruptura con Rajoy. "Los problemas se dan en los procesos sucesorios porque el padrino pretende mantener el poder a través del ahijado. Y cuando el ahijado quiere vivir su vida, el padrino se siente traicionado. Aznar fue padrino de Rajoy en dos aspectos, primero le designa a dedo y luego le transmite su herencia ideológica", dice un socialista que conoce bien a ambos. En las listas electorales del PP todavía se intuye la estela aznarista, por mucho que los fieles se sientan perseguidos y exterminados. "En Europa está Pablo Arias, un asesor de Aznar, al que es probable que se mantenga. Mayor y la mayor representación vasca ya no cuentan, pero Luis de Grandes, portavoz adjunto, sí", advierte un diputado popular.
Que hasta para subir un peldaño se necesita un empujoncito, es algo que confirman todas las fuentes consultadas. Repasando la lista del PSOE es fácil localizar padrinos. Detrás de Borja Cabezón -de Majadahona y amigo de Gonzalo Miró, el ahijado de Felipe- y uno de los nombres con futuro que más suenan últimamente, están Felipe González y Tomás Gómez. "No todos los apadrinados tienen los mismos valores. Hay dos tipos de decisiones, la que tiene un aspecto más democrático cuando un líder o alguien de peso propone a un discípulo que es bueno, aunque sea incómodo y luego está la elección más aristocrática, la que propone un tipo que forma parte de la élite del aparato del partido. Jonás Fernández, que está con Solchaga en su despacho, bajo mi punto de vista es un elegido por valía profesional y capacidad ideológica; Cabezón, por ejemplo, lo sería por puro espaldarazo de Felipe", analiza un veterano del PSOE. Se dan casos como el de Trinidad Jiménez, que tienen el carné de baile repleto de padrinos, sin que realmente tanto apoyo haya dado frutos. "Primero fue protegida de Felipe, luego de Zapatero y finalmente de Rubalcaba que la utilizó contra Tomás Gómez", cuenta un exministro.
No solo hay un muestrario de ahijados, en el que los que matan al padre, como Carrillo y Gerardo Iglesias, Guerra y Pepe Bono, Chaves y Griñan, Arenas y Zoido..., son los más conocidos. También hay catálogo de padrinos. "Felipe fue un líder menos tributario, respondía a circunstancias más objetivas, y elegía según creía conveniente y oportuno, como hizo con Almunia. Zapatero y Rajoy responden a perfiles mucho más cesaristas. Rajoy juega mucho a eso de nombrar directamente, como hacía Zapatero", arguye un ex alto cargo socialista.
En cualquier caso, es complicado que los cesares -sean ZP, Aznar o Felipe- se resistan a criar a su propio Bruto, aún a sabiendas de que más pronto que tarde serán asesinados. Y es que más que la idea del puñal de Bruto, lo que les queda en su recámara es que al final, Al Pacino terminó comprendiendo a Marlon Brando.