Carta abierta a Jordi Cruz
En los últimos días hemos escuchado atentamente tus explicaciones acerca de la agria polémica que has protagonizado tras afirmar que el 50% de la plantilla de tu restaurante son becarios que no cobran por el trabajo que realizan. Yo sé que a ti todo esto te parece que está a la orden del día, y en cierta medida tienes razón. Estoy convencido de que no hay un solo joven en España que no conozca en primera persona o a través de amigos o familiares directos la cruda realidad de las becas de las que tan orgulloso te sientes.
En 2015 había en España 180.000 becarios, pero siento decepcionarte, es algo que no tiene nada que ver con una elección libre. En nuestro país hay miles de jóvenes buscando su primer empleo en un contexto social muy duro. Durante la crisis, los menores de 35 años perdieron un 26% de poder adquisitivo, llegando al 34% en el caso de los jóvenes autónomos. El patrimonio de los jóvenes se ha reducido a la mitad en estos años, lo que demuestra las condiciones materiales en las que muchos viven hoy. Y son estas personas justamente las que un día deciden que, para poder acceder a su primer empleo, no tienen otra alternativa que trabajar sin cobrar por ello. Esto es lo que tú llamas oportunidad y para miles es una imposición injusta.
De tus declaraciones, argumentos y contra-argumentos deduzco la altísima consideración que tienes de tus actos como empresario. Sólo te ha faltado decir que debieran ser los becarios quienes te pagaran a ti por dejarles trabajar... Siento decepcionarte, Jordi, pero no eres un caballero Yedai por más admiración que puedan sentir por ti quienes hayan tenido la oportunidad de probar alguna de vuestras creaciones. Porque son "vuestras", no es una errata: el valor en tu empresa lo genera el trabajo de todos tus empleados, con sus horas, su esfuerzo, su cariño, su imagen y su creatividad. De todo esto te beneficias tú, no lo olvides.
Hay algo en lo que estamos de acuerdo: los becarios son una pieza imprescindible de tu negocio, ergo sin ellos la maquina no funciona. Eso me permite estimar que en cada euro que recibes por un servicio, hay probablemente 20 o 30 céntimos que son generados por el trabajo de tus staigers. Y es precisamente por eso por lo que quieres becarios en tu empresa, más allá de las buenas intenciones basadas en la formación desinteresada que se desprende de tus entrevistas. Nadie te pide que regales nada, simplemente que pagues por el trabajo que realizan tus empleados.
Eres un buen cocinero y seguro que obtienes un buen rendimiento económico por ello. Te levantarás temprano, renunciarás a muchas cosas y te esforzarás por cumplir tus objetivos profesionales, no tengo duda, pero ganarás dinero a cambio. Por eso es posible que, de manera intuitiva, no te pongas en el papel de ese 64% de menores de 30 años que viviendo en nuestro país no perciben ningún salario. Si haces el ejercicio de pensar en su situación, entenderás la dimensión del problema. ¿Cómo puede formarse un cocinero que no tiene recursos ni para comprarse un delantal? ¿Cómo puede vivir un trabajador que no ingresa ni para pagarse el bono bus? Hazte cargo del país en el vives y quizás comprendas algo de lo que digo.
Jordi, no quiero quitarte más tiempo, porque es evidente que tienes trabajo por delante. Desde 2012, 1,2 millones de jóvenes han tenido que salir de nuestro país para ganarse la vida como consecuencia de prácticas como las que avalas desde tu restaurante. Te pido que pienses en ello y no tardes reconocer a todos los trabajadores de tu empresa lo que por derecho les corresponde.