Una Constitución para avanzar y no retroceder
Este aniversario lo celebramos en un ambiente crispado por el ruido de unos pocos que quieren sobrepasar sus deseos sobre la voluntad de acuerdo y entendimiento.
La Constitución Española de 1978 cumple este 6 de diciembre 45 años de vigencia. Un aniversario que se celebra en un momento especialmente importante para reivindicar todos los logros alcanzados durante estas más de cuatro décadas bajo su abrigo y, también, para defender su valor como norma fundamental cuando algunos quieren cuestionar el funcionamiento del estado de derecho y las instituciones que lo componen y salvaguardan nuestros derechos y libertades.
Es evidente que en cualquier aniversario se acentúan los retos que tenemos por delante como garantizar el derecho efectivo a una vivienda digna a todas las personas, como reconoce el artículo 45 de la Constitución, o eliminar el término "disminuido" del artículo 49 para acabar con años de discriminación para las personas con discapacidad. Pero, sobre todo, el aniversario de la Constitución es un momento para reafirmarnos como demócratas en el valor del diálogo, el acuerdo y el entendimiento para el desarrollo político, económico, social y cultural de nuestro país durante estos cuarenta y cinco años.
La Constitución de 1978 ha sido la mejor garantía para los avances de derechos y libertades de los españoles y españolas, y también el mayor antídoto contra los retrocesos, el mejor dique de contención frente a aquellos que no respetan las reglas fundamentales de la democracia.
Hoy España goza de unos servicios públicos que son un espejo en el que se miran muchos países, con una Sanidad Universal, una Educación Pública de calidad, unas políticas de Dependencia y un sistema público de pensiones de los más avanzados del mundo.
Hoy España es también un país en el que se han ampliado los derechos de toda la ciudadanía, situándonos a la vanguardia del mundo en el avance de los derechos de las mujeres, de las personas LGTBI, de las personas migrantes o de las personas mayores y dependientes o de la infancia y la adolescencia. Bajo ese paraguas amplio en el reconocimiento de la pluralidad, la diversidad, el respeto y la tolerancia como principios que permite la Constitución, hemos avanzando en estos 45 años reconociendo derechos y libertades para todos a través de leyes como la ley de la eutanasia, la ley del matrimonio igualitario, la ley de la interrupción voluntaria del embarazo o el pacto de Estado para luchar contra la violencia de género, que es la causa del asesinato de 55 mujeres en nuestro país en 2023 y 1.238 mujeres en los últimos veinte años.
Recuperar el espíritu de aquella transición de la dictadura a la democracia sigue siendo, hoy, el principal desafío de la política española. Este 45 aniversario de la Constitución de 1978 lo celebramos en un ambiente crispado por el ruido de unos pocos que quieren sobrepasar sus deseos sobre la voluntad de acuerdo y entendimiento entre la mayoría de españoles. Esos mismos que pretenden que recuperemos el miedo quienes siempre hicimos de la esperanza nuestra bandera para construir un futuro compartido.
Este cuarenta y cinco aniversario de la promulgación de la Constitución que mayor tiempo de paz, bienestar y progreso ha traído a nuestro país también se celebra coincidiendo en las mismas fechas con el quinto aniversario del mandato caducado del Consejo General del Poder Judicial, que no se renueva desde 2013. La irresponsabilidad del Partido Popular llevada al extremo se manifiesta en esta incapacidad de alcanzar un acuerdo para renovar el gobierno de los jueces mientras se dan golpes en el pecho defendiendo una Constitución que no cumplen.
Por suerte, la XV legislatura avanza y lo hace cumpliendo ese objetivo democrático de avanzar y afianzar los derechos y libertades de los ciudadanos como demuestra la primera ley que sale del Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Una Ley de Paridad que garantiza el 40% de mujeres en organismos, consejos de administración y colegios profesionales. Cada avance de derechos que alcanzamos es un logro de país, una conquista colectiva para compartir juntos el presente y el mañana de un país que tiene muchos retos por delante.
Con la misma generosidad con la que fuimos actores principales de la Transición de la dictadura franquista a la democracia y con el mismo espíritu de concordia y respeto a los españoles con el que redactamos la Constitución de 1978, los socialistas avanzamos en este cuarenta y cinco aniversario de nuestra norma fundamental, en el desarrollo de los instrumentos democráticos que nos permitan iniciar un tiempo nuevo en el que predomine el diálogo, el acuerdo y el entendimiento por encima de las diferencias.