La inmigración amenaza la identidad_ _ _ _ _ _ _ _
No parece que sean las diferentes políticas migratorias las que resultan ser progresistas o reaccionarias, sino la unidad territorial a las que se aplican.

Rellene la línea de puntos. La inmigración amenaza la identidad _ _ _ _ _ _ _ _. Es un test político breve que ha desarrollado la Cátedra de Sanchismo Social Competitivo de la Universidad Complutense de Madrid para medir si usted es progresista y está en el lado correcto de la Historia o si, por el contrario, se encarna en usted lo más tenebroso de la reacción ultraderechista y debe ser rodeado por un cordón sanitario. Se contesta en pocos segundos y se corrige en menos aún. Se puede aplicar a personas de todas las edades. No requiere formación académica elevada. En los tiempos postverdaderos y confusos que corren, la CSSC de la UCM pretende contribuir con esta sencilla herramienta a aclarar muchas de las polémicas y los bulos que enturbian nuestra convivencia. Pronto estará disponible la app.
Si usted ha rellenado la línea de puntos con la palabra “española” lamentamos comunicarle que forma parte del fantasma fascista que recorre Europa. La idea de que la inmigración amenaza la identidad española no es más que un bulo defendido por pseudomedios e intoxicadores de extrema derecha, rescoldo de una mentalidad imperial que no debemos alimentar, y arma peligrosa en manos de las personas que odian. Posturas de este tipo, contrarias al enriquecimiento multicultural que siempre aportan las personas migrantes, son intolerables en una sociedad democrática. Hay que poner pie en pared y negarse a mantener ningún pacto con quienes así piensan. Tampoco se debe pactar con quienes pactan con quienes así piensan. Ni con quienes pactan con quienes pactan con quienes así piensan.
Si, por el contrario, usted ha rellenado la línea de puntos con la palabra “catalana” nos es grato saludarle como un compañero en la lucha por el progreso y la cultura. Cómo no entender el acto de amor que es su loable preocupación por preservar sus costumbres y tradiciones, tantas veces negadas, ante un fenómeno de avalancha descontrolada. Cómo no entender que quieran controlar la gestión de este fenómeno, y abrir generosamente las puertas a todos los que vengan de buena fe a enriquecerse de la cultura y la lengua catalanas. Pedimos perdón por no habernos dado cuenta de esto hace décadas. No sólo representa usted el progresismo, sino que la presencia de usted —o de algún partido que defienda sus posturas— se hace imprescindible en una coalición de gobierno que quiera llamarse “progresista”.
“Necesitamos una política propia de inmigración para no perder la identidad nacional". ¿Quién ha dicho esta frase? ¿Arnaldo Otegi o Santiago Abascal? No parece que sean las diferentes políticas migratorias las que resultan ser progresistas o reaccionarias, sino la unidad territorial a las que se aplican. Y, como siempre en este mundo al revés, en esta picadora de cerebros en que se ha convertido el debate público, la nación política que es España resulta ser de derechas, mientras que la nación étnica y cultural que es Cataluña resulta ser de izquierdas. (Por cierto, ¿quién dijo esta semana la frase “no estamos de acuerdo con ninguna guerra, pero la guerra está aquí y el mundo no es como nos gusta que sea, sino como es”? ¿Cayetana Álvarez de Toledo o Gabriel Rufián?).
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