El aeródromo de Ámsterdam, origen, destino y escala preferente en pleno verano, sufre problemas por una suma de fuertes ráfagas de viento, lluvia y poca visibilidad.
Tendrán que anular entre una cuarta parte y un tercio de los vuelos por el paro de los controladores aéreos el 1 de mayo, a raíz de la polémica reforma de las pensiones.