Antes de la crisis, nuestra propia práctica ponía en entredicho la precisión de las fechas de caducidad. Hoy, es otra cosa. La expansión de los mercados de segunda mano se alimenta de la crisis de la caducidad.
¿Y tú cuántos tienes? Leyendo en Ecouterre hablaban de una aplicación con la que calcular el número de personas que strabajan en condiciones de esclavitud para fabricar muchos de los productos que nosotros consumimos.