Bicicletas retro y de piñón fijo: La moda en el ciclismo urbano (FOTOS)
La Bicicleta, en pleno barrio madrileño de Malasaña, sería una cafetería como cualquier otra si no fuera porque tiene enchufes repartidos por todas las paredes para poder trabajar con el ordenador, espacio para que los clientes guarden su bici, herramientas para el ajuste y la reparación del vehículo, libros sobre bicicletas y hasta charlas, talleres, exposiciones y mercadillos relacionados con las dos ruedas.
Tamara y Quique, los dueños, abrieron el café hace menos de un año inspirándose en los 'cycling café' de otras ciudades europeas e impulsados por la proliferación de la bicicleta en Madrid, un vehículo cada vez más de moda en la ciudad. De entre todos los tipos de bicis, las de estética retro son las reinas. "Lo vintage está de moda en todo, no sólo en las bicicletas. Además, hay bicis clásicas que son ideales para moverse por la ciudad porque son baratas. De hecho, puedes tener una solo con buscar en un trastero", explica Quique Arias.
Él mismo reconoce que la moda está penetrando rápidamente y que hay "gente más friki" que se mete "a saco" en la estética retro. Algunas firmas de moda están aprovechando el tirón de las llamadas "retrobikes" y, por ejemplo, H&M y Levis ya han sacado línea de ropa destinada específicamente a ellas.
TIENDAS RETRO
Esa estética ciclista retro llega incluso a las tiendas. En los últimos meses y años han surgido multitud de tiendas especializadas en restaurar viejas bicicletas. Dale Pedales es una de ellas. El propio ambiente del establecimiento transporta al cliente a los años 50 o 60, aunque su dueño, David Iglesias, asegura que esa sensación no es buscada: "Es un ambiente vintage, de tipo postguerra, que ha ido surgiendo poco a poco porque reciclo mucho. Por ejemplo, el suelo lo cogimos de un viejo almacén."
David explica que esa misma filosofía de reciclaje, entre otras cosas, es lo que ha ayudado a que las retrobikes se pongan de moda. "En época de crisis se intenta reciclar todo. Bicicletas, ropa, muebles...". Asegura que, además, estos viejos vehículos tienen más ventajas: "Su mecánica es muy sencilla y te ayudan a no ser igual que los demás. Si compras un vehículo nuevo, sabes que igual que ese se han hecho otros 50.000. Con las viejas no pasa eso porque puede ser una bici vieja del abuelo de las que ya no quedan más", explica.
Pero las retrobikes que se ven por la calle no siempre son antiguas. Viendo la moda, algunas firmas han comenzado a fabricar bicicletas nuevas con estética retro. "El precio de una nueva puede variar de los 300 a los 900 euros, pero un vehículo normal, ya con buena calidad, puede costar 500", explica Víctor Forcén, de In Bicycle We Trust, una tienda de Zaragoza especializada en Retrobikes.
A PIÑÓN FIJO
Pero no solo las bicicletas vintage están de moda. Las fixies, o bicis de piñón fijo, también proliferan. Las características de estos vehículos, de mecánica muy simple, difieren por completo de las tradicionales: muchas de ellas no tienen ni frenos y pueden ir marcha atrás. Un vistazo a las redes sociales muestran su proliferación: la página de Facebook "bicicleta de piñón fijo" tiene casi 160.000 seguidores y la de "fixie" 509.000 seguidores.
Los amantes de las fixies defienden que estos vehículos pueden personalizarse por completo, pero resaltan que hay que "cambiar el chip" antes de utilizarlas. "Hay que ir mucho más atento al tráfico porque, al no llevar frenos, tienes que adelantarte a la frenada", explica Luis Garde, dueño de la tienda especializada Real Bike, en Albacete. Para detenerse hay que "clavar el pie izquierdo y levantar el derecho para bloquear la rueda trasera", según explica Garde.
Steven Bessemans, belga residente en Barcelona, fue uno de los primeros que utilizó este tipo de bicicleta en la ciudad cuando fundó su empresa de mensajería, en 2004. Ve tres ventajas principales en las fixies: el poco mantenimiento que requiere, que el conductor se cansa menos porque, al tener piñon fijo, se va con un ritmo más o menos constante, y el control total que se tiene sobre la bici. "La sensación del control es algo parecido a esquiar. Con poca experiencia crees que te vas a matar pero una vez que tengas control total puedes hacer lo que te da la gana y disfrutar de ello", indica.
Pero, ¿por qué están tan de moda? Bessemans tiene una teoría: "Por su atractiva estética y porque son muy divertidas para llevar. Ir en piñón fijo es cómo aprender de nuevo a montar en bici. Es genial".
"LA HE PERSONALIZADO ENTERA"
Eduardo García, funcionario de 27 años, acaba de comprar una fixie. "La he diseñado a mi gusto. Partiendo desde cero, he elegido el cuadro, las llantas, el neumático, el plato, la horquilla, los colores... un sin fin de posibilidades", resalta.
García explica que va a utilizar su fixie para moverse por la ciudad y "economizar gastos en gas-oil". "Las bicicletas de piñón fijo son más entretenidas que las convencionales, tienes que ir más atento a la conducción. Es más sencilla, sin componentes que veo innecesarios para las bicicletas urbanas. Imagino que por todo eso y por su estética quiero una bicicleta fixie", explica.
A García, su nueva bicicleta le ha costado cerca de 300 euros, pero los precios pueden ser mayores. "El precio depende de la calidad de los materiales. Es importante que el cuadro sea bueno porque nunca descansa. Con 500 euros, puedes hacerte con una fixie de calidad, que es ganar en seguridad", explica Víctor Forcén.