Tiempo muerto 2, que se puede ver en el Teatro de la Latina de Madrid dentro de los Veranos de la Villa, es un espectáculo irregular que se mueve entre la sensiblería y la sensibilidad. Ideal para iniciarse con Rafael Amargo, sus referencias y sus intereses dancísticos.
Si al oír Mihura piensa en toros, se equivoca. Sin embargo, este verano hay un Mihura suelto por Madrid. Y debería dejarse pillar por él, por este dramaturgo que usó la ironía y los sobrentendidos para provocar una risa de reconocimiento que permite reírse de uno mismo como si uno se riese de los otros.