La alemana intenta hoy en el Europarlamento cosechar los apoyos suficientes para mantenerse en el cargo, pero no lo tendrá fácil y busca apoyos bajo de las piedras.
Tribunal General de la Unión Europea encuentra especiales lagunas en las informaciones relativas indemnizaciones y declaraciones de conflicto de intereses.
La mitad más uno del Europarlamento debe dar un "sí" a la alemana el jueves que viene, por lo que se aceleran las reuniones. ¿Qué harán esta vez los ultras?
La ultra italiana se ha quejado públicamente de haber quedado excluida de las conversaciones entre los negociadores de las tres principales familias proeuropeas.
No se esperan sorpresas y Ursula von der Leyen será avalada como presidenta de la Comisión, Antonio Costa al frente del Consejo y Kaja Kallas, en la diplomacia UE.
Los líderes comunitarios se citan hoy en una cena informal en Bruselas tras el 9-J, en la que deben ir decidiendo quién se encarga de las instituciones. Por una vez, puede que la pelea no sea demasiado larga.
Sánchez tendrá un papel principal al frente de los socialistas europeos, junto a Scholz. Von der Leyen parece tener hecha la reelección en la Comisión y España espera que Teresa Ribera sea su vicepresidenta.
Bruselas es ahora mismo una ciudad-hervidero, todo ruido y movimiento alrededor de cómo se van a conformar las instituciones europeas tras las elecciones. Mientras el calendario corre, el ajuste tras la subida de la ultraderecha es el principal desafío.
La alemana aspira a revalidar el cargo como cabeza de lista del PPE, pero el peso de los grupos, los países y las presiones acabarán decidiendo. Estos son sus rivales.
La puerta abierta del PPE a negociar con los Conservadores y Reformistas lanza el mensaje de que hay extremistas más buenos y más malos. Estos son todos, estas sus causas y sus peleas internas.
Pierde clientela por el centro, que huye despavorido de las nuevas inclinaciones ultraderechistas, y pierde por la extrema derecha ya que los ultras prefieren el producto genuino al sucedáneo sobrevenido.
La alemana, presidenta inesperada de la Comisión, ha pilotado con pulso dos crisis insólitas: el covid y la guerra de Ucrania. A base de personalismo y acciones, se ha convertido en la cara reconocible de Bruselas. La primera mandataria quiere repetir.
"O se colabora con ellos porque se les necesita o se dice claramente que no hay un acuerdo posible porque no respetan los derechos por los que ha luchado nuestra Comisión", le replica el socialdemócrata Schmit.
La Eurocámara denunciará a Bruselas ante el Tribunal de Justicia de la UE por entender que no se puede "ceder al chantaje" que impone Orbán, investigado por violar en Estado de Derecho, sobre todo cuando hay que decidir sobre Ucrania.
La actual presidenta de la Comisión Europea ha alertadao de que hay que evitar caer en un populismo que busca "destruir" la UE: "Los nombres cambian, el objetivo es el mismo".