El canon digital no levanta cabeza en España. El nuevo modelo al que el Tribunal Supremo acaba de asestar el golpe de gracia fue bautizado como "canon a la noruega" porque allí lo paga el Estado con cargo a los presupuestos generales.
Llegará un día en el que no estar indexado por Google signifique no existir y en el que las fotos vergonzosas de Facebook nos parezcan aceptables (igual que hace unas décadas el sexo antes del matrimonio era escandaloso y hoy es normal). Pero, pase lo que pase, confío en una reconciliación entre la privacidad y la libertad de expresión, dos pilares en cualquier democracia.
El proceso de ejecución tenía serías fisuras que dejaban al deudor en permanente inferioridad de condiciones. Ante la insensibilidad que el Constitucional había demostrado resultaba necesario contrastar si nuestro sistema judicial respondía a principios reconocibles por el legislador europeo.