Rescatar a tres niñas que iban a ser vendidas como prostitutas en un viaje que hice a la India en 2002 trastocó mi vida para siempre. Era mi primer encuentro con el crimen de la trata humana, también conocido como esclavitud moderna. Saber que no era un asunto del pasado me dejó anonadado. Entendí que ser testigo de ello me convertía en cómplice si no tomaba acción.
Recientemente, Europol anunció que 10.000 niños que entraron en Europa habían "desaparecido". Los medios han empezado a publicar noticias sobre los "perdidos" como si se hubiesen desvanecido por arte de magia. Pero la historia real está aún por contarse. Ésta no es sólo una crisis humanitaria: estamos siendo testigos de una masiva violación de los derechos humanos.
"España es el tercer país del mundo que más consume sexo de pago, después de Tailandia y Costa Rica." Es el rotundo titular que dejó la reciente visita de Mabel Lozano al programa de televisión Un tiempo Nuevo de Cuatro con motivo del estreno de su último documental. Pero, ¿es eso cierto?