La experiencia universitaria que existía en otros tiempos, con tardes largas en las que uno leía cuanto libro caía en sus manos o se iba a la filmoteca o a un conferencia, pasará a la historia si es que no ha pasado ya. La abulia estudiantil será un lujo reservado a unos cuantos que puedan permitirse no trabajar mientras completan los estudios.
Tras un curso plagado de ataques a la educación pública, el PP continúa con su intención de terminar con el derecho a una educación pública y de calidad para todos. Su proyecto de reforma pone las bases para expulsar a una gran parte de los jóvenes hijos de trabajadores del sistema educativo.