Sin obsesión
Cuando nos obsesionamos con algo nos parece imposible dejar de darle vueltas al mismo asunto. No vemos nada más, el mundo se vuelve pequeño y estrecho, a la vez que nuestra mente gira en círculos absurdos alrededor de un tema, idea o persona. A veces la obsesión se convierte en una barrera psicológica que impide modificar los aspectos de nuestra vida que necesitan ser reparados.