Aunque se dice que los yemeníes no huyen del país y prefieren refugiarse en el desierto o la montaña, no es improbable que aparezcan refugiados de tal nacionalidad en la legión de desesperados que huyen de las guerras de Oriente Medio, Asia Central y África. En el último año, la situación humanitaria tras el conflicto bélico que asuela el país, se ha agravado brutalmente.
¿Qué habría pasado si Ulet hubiera muerto en Libia? Nadie se habría enterado. Pero falleció en el cruce entre África y Europa, ya rescatado, cuando cada vida empieza a contar, cuando la tragedia se explica y difunde: su caso llegó a los telediarios y a las portadas de los diarios italianos.
La seguridad no es la razón por la que hemos decidido partir, ni tampoco lo es la presencia de elementos criminales. Lo que borró nuestro último atisbo de esperanza de poder continuar trabajando en el país fue que aquellas mismas partes con las que habíamos estado negociando niveles mínimos de seguridad, fueron las que toleraron y aceptaron ataques contra trabajadores humanitarios.