Los ordenadores son cada vez más los rieles por donde nos deslizamos por un espacio digital limitado, ficticio, amputado, y el horizonte de decisiones posibles de nuestra subjetividad, la de cualquiera de nosotros, en este entorno digital, se adelgaza, deforma y controla. Por eso, la aventura humana de la libertad y del logro de su máxima potencia social, la democracia, necesita la garantía de la neutralidad tecnológica.
No ha conseguido ningún compromiso de Rajoy para la región, ni la finalización de la Alta Velocidad, ni un plan especial de empleo, y para colmo uno de los tres centros de I+D que se instalaron en Extremadura con el Plan de Zapatero ha sido eliminado por el Gobierno del PP.
Aquello de lo que cualquiera puede disponer sin pedir perdón ni permiso. Empieza a haber demasiadas ocasiones en las que abrir, compartir, poner a disposición resulta más rentable que mantenerse cerrado