Ayer, la multinacional Shell anunció que abandonaba su programa de perforación en el Ártico. Voy a repetirlo por si acaso alguien, como yo, no se cree esta maravillosa noticia: Shell abandona la búsqueda de petróleo en el Ártico. Lo que ocurre con estas empresas petroleras es que intentan hacernos pensar que dominan el mundo, que su futuro es el único posible. Pero esta es la prueba de que el futuro puede reescribirse.