Seducir es una operación de alta complejidad: ¿cómo convencer a otro de que somos lo que necesita? Intentar apuntar a lo que el otro quiere para ser elegido es una maniobra que no garantiza nada, incluso puede llevar al candidato a mostrarse inferior, con ganas y dispuesto a someterse. Un verdadero seductor lo que hace es torcer la escena
El amor no es para narcisos ni cagones. Es para aquellos que sí mienten, sí se disfrazan, sí se maquillan y sí ocultan, no por mala fe necesariamente, sino porque se comieron la manzana. Y fuera del sueño del paraíso infantil, optaron por vivir de acuerdo al laberinto de las reglas del deseo.
El de Don Juan es uno es uno de los mitos más conocidos de la civilización occidental. Ha sido versionado en más de 500 versiones teatrales y una decena de películas; y es, quizá, materia ideal para una ópera rock. Esto es lo que han debido pensar Darío Facal y su equipo al poner en escena El burlador de Sevilla.
Muchas adolescentes han cogido la costumbre de hacerse fotos con miradas, boca y gestos insinuantes, provocativos y cargados de contenido erótico y sexual. Los peligros asociados son muchos y la escala de valores con la que se están educando no les ayuda a convertirse en personas de bien.
Luz natural, película fotográfica o Polaroid, un cuerpo y una mirada es todo lo que necesita para convertir una escena junto a una cama o al lado de una ventana en un momento erótico único.