príncipe felipe
¿Y ahora qué?
Se abren pues tiempos convulsos y gozosamente democráticos. Porque no olvidemos que la democracia implica circulación de las ideas, pluralismo, voces libres en la plaza pública. Aunque todavía haya algunos a los que eso parece no gustarle mucho. Unas voces libres que, y hoy más que nunca, tienen todo el derecho a cuestionar la continuidad de una institución construida sobre la desigualdad.
Un rey sin Ley
El rey quiere abdicar pero, de momento, no puede hacerlo porque no hay Ley (orgánica) que regule esta situación excepcional. Pudo haberse aprobado hace tiempo, con calma, y así se solicitó por alguna fuerza política, pero ni este Gobierno ni los anteriores lo consideraron necesario. Ahora vienen las prisas.
¿Se esconde el príncipe detrás de Letizia?
Cuando se cumplen diez años de su matrimonio, es a ella a quien se analiza con lupa, la que concentra la antipatía popular aunque paradójicamente, toda noticia que incluye su nombre se sitúa ipso facto entre las más consumidas, sin diferencia de públicos ni de medios.