Una palabra ha puesto patas arriba el escenario político europeo y español: populismo. ¿Cómo explicarlo? ¿Es una teoría, un estilo de comunicación o una etiqueta? A nadie se le escapa el revuelo creado en torno a este concepto, empleado habitualmente como arma arrojadiza. No obstante, hay quienes han tratado de definirlo con mayor o menor acierto.