Una empleada vasca disfrutó de sus 16 semanas y luego pidió las ocho adicionales, por formar una familia monoparental. Ahora la justicia le da la razón.
La creencia de que, por su naturaleza, un hombre no puede cuidar de un bebé igual de bien que una mujer (si se pone a ello) puede que sea precisamente eso, una creencia. Establezcamos un sistema de permisos parentales igualitario y flexible y dejemos que las parejas (heterosexuales o del mismo sexo) usen su libertad y su capacidad de agencia para usarlos como crean conveniente.
A partir del próximo 1 de enero se añadirán dos semanas más al permiso de paternidad. Pero la medida verdaderamente histórica y que actuaría sobre el mismo núcleo de la desigualdad de género y de los problemas de conciliación es la equiparación del permiso de paternidad con el de maternidad, 16+16.