El desguace del PSOE ha servido en bandeja a Podemos tomar el liderazgo de la oposición. Por lo menos durante el próximo medio año. Y eso siendo optimistas en el tiempo en que los socialistas necesitan para fabricar un nuevo líder. Rajoy seguirá siendo el presidente del Gobierno, ya sea por la abstención de una parte del PSOE o por unas terceras elecciones generales. La cuestión es si la organización que lidera Iglesias está preparada para afrontar tal reto. Y ello pese a que los pellizcos de monja entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón van camino de desembocar en pedradas que dejan moratones, pero no llegarán a las navajas.