Alfred Nobel amasó una gran fortuna vendiendo sus inventos a varios países para su uso militar. Sin embargo, Alfred era un pacifista. Además de empresario, inventor, ingeniero y químico, también fue escritor, poeta y estudioso de la filosofía. Era un idealista, obsesionado por pasar a la historia como un hombre de paz. Defendía la idea de que si se crearan armas absolutas e inmediatamente destructivas, las guerras terminarían el primer día.