A continuación, el presidente evocó a sus hijas, dos jóvenes "inteligentes y magníficas, llenas de pasión", que han crecido "en las circunstancias más extrañas".
Fue el momento en que las cámaras apuntaron a Malia, que estaba sentada al lado de su madre y también trataba de contener las lágrimas. No obstante, Sasha, la pequeña de los Obama, no estaba allí.
Últimamente se ha echado de menos en los eventos públicos familiares a la joven de 15 años, que no pudo escuchar en directo a su padre asegurar: "De todo lo que he hecho en la vida, mi mayor orgullo es ser vuestro padre".
Como era de esperar, las redes sociales se hicieron eco de esta notable ausencia con los hashtags #SashaObama o #WhereIsSasha [dónde está Sasha].
"Twitter trata de descubrir dónde está Sasha Obama".
Finalmente, se resolvió el misterio… y la explicación es bien simple: a la mañana siguiente tenía un examen en Washington y la ceremonia de despedida era en Chicago (a unos 1000 kilómetros de distancia), así que no hizo el desplazamiento, según explicó a la cadena CBS un portavoz de la Casa Blanca.