Hvaldimir -como fue bautizado en su día juntando la palabra hval (ballena) y el nombre del presidente ruso, Vladímir Putin- fue observada en 2019 en varias localidades noruegas y llamó la atención por su docilidad.
En respuesta a las medidas "unilaterales y antiisraelíes" del Ejecutivo noruego, como el reconocimiento del Estado palestino que también efectuó España.