Mis alumnos de Alepo me han ayudado a disfrutar de las cosas simples de la vida
A pesar de la trágica realidad, tratamos de llevar una especie de vida normal. Hemos aprendido a valorar las cosas pequeñas de la vida, esas que normalmente damos por sentado. Lo único positivo de la guerra es que la gente mantiene relaciones muy sólidas con sus seres queridos y vive el momento.