Sin empleo digno ni dignidad en el trabajo, sin reformas democráticas, sin una lectura profunda y severa de las tremendas lecciones de esta crisis, no habrá recuperación para una mayoría que ha perdido tanto en el manejo de la crisis -el trabajo, la vivienda, la confianza y hasta la esperanza- que no será recuperada hasta que no se la convoque para escucharla y actuar en consecuencia.