Soy latino, hijo de inmigrante, gay y padre de una niña de raíces afroamericanas. Empezar a desgranar todo lo que ha dicho Trump sobre varias facetas de nuestras vidas es recorrer una letanía diaria de burlas y rechazo. Y, cuando pienso en lo que ha prometido hacer si sale elegido presidente, me doy cuenta de que estamos en el centro de la diana.
El contenido del comunicado difundido por los responsables de la caseta acusada de discriminar al actor de origen dominicano Will Shephard -a raíz de la denuncia del propio actor durante la feria de Málaga- es motivo suficiente para reabrir un serio debate sobre el racismo en España y, sobre todo, sobre su normalización.
Descubrí que muchos conceptos y frases que pensaba que me convertían en NO racista son justo la prueba de que sí lo soy. Todo lo que nos enseñan en los libros de historia, en la publicidad, en las películas, en los cuentos de hadas... casi todo recalca el principio de que las personas blancas son superiores a las negras.
La siguiente frase es tan habitual en medios especializados como en el comedor del trabajo, esperando que se caliente la comida en el microondas: "Yo creo que van a darle el Oscar a DiCaprio, que ya es hora". El premio se mide en términos de política, homenaje o publicidad, antes que en base a la calidad.