Ocho razones para ver 'Déjame salir' aunque no te guste el cine de terror
La película denuncia el racismo en Estados Unidos disfrazada de cine de género.
¿Te has preguntado alguna vez qué es vivir siendo negro en Estados Unidos? Esa es la premisa que propone Déjame salir, la película que se estrena este viernes después de arrasar en la taquilla estadounidense.
No, no tiene nada que ver con Déjame entrar, la película sueca sobre vampiros basada en una novela del mismo nombre. Ésta es una historia sobre el racismo construida como un relato de terror. Pero no el típico terror de sustos sino el que se basa en la inquietud. Provoca la misma desazón que películas como El silencio de los corderos, La semilla del diablo, Misery, Carretera perdida o Funny Games.
Bueno, algún susto sí que hay.
Su título original es Get Out, que puede traducirse como "sal de aquí/lárgate" o "escapar". Y eso precisamente tiene que hacer la pareja interracial protagonista en el transcurso de las angustiosas dos horas de metraje en las que que van a pasar unos días a un pueblo para conocer a los padres de ella.
Los personajes de Déjame salir lo van a pasar mal, muy mal. Y tu también. Y eso es bueno porque la culpa no es de un monstruo sino de un horror mucho más real: el racismo. A continuación te damos ocho buenas razones para verla, aunque no te guste el género del terror.
1. TIENE UN COMIENZO IMPECABLE
Si te gustan los primeros cinco minutos, te gustará la película. Resumen perfectamente lo que vas a ver y a sentir el resto de la historia y son una buena manera de juzgar si la vas a disfrutar.
¡No te pierdas la canción de los créditos, en swahili! Las voces de los negros que han perecido en EEUU por el racismo advierten al protagonista: "¡Hermano, hermano! Ten cuidado. Se acerca algo y no es bueno. ¡Hermano, corre! Escucha a los ancianos. Escucha la verdad. ¡Corre! Sálvate".
2. SU PROTAGONISTA ES NEGRO
Es bien sabido que los papeles principales de las películas de Hollywood no suelen ser interpretados por actores que no sean blancos. Esta cinta está protagonizada por un joven negro y entre los personajes secundarios más importantes hay otros cuatro. Todos falibles pero representados de manera positiva.
Adicionalmente ofrece una pareja interracial, algo que sigue siendo casi tan inusual como cuando Sidney Poitier se fue a cenar a casa de su novia.
3. RETRATA COMO NADA ESOS PEQUEÑOS MOMENTOS INCÓMODOS
Pregúntate: ¿de qué hablarías con un negro en una reunión social? Quizá encuentres la respuesta en esa película. Porque los "malos" de esta historia no son neonazis ni miembros del Ku KLux Klan ni paletos del sur de EEUU. Son de la clase media-alta blanca que se considera progre, y ese es el inmenso poder de la cinta: te va a incomodar porque retrata el flaco favor que algunas personas hacen a colectivos que defienden —en este caso, los negros— sin conocerlos realmente.
Déjame salir lleva al extremo la frase "un momento incómodo". La película está repleta de ellos, de esos instantes en que una persona se da cuenta de que no sabe de qué hablar con alguien diferente a ellos sin recurrir a clichés, esas conversaciones en las que alguien cercano te avergüenza ante otra persona o insulta sin querer por falta de tacto o ignorancia.
Si alguna vez has metido la pata —o peor, si has sido la víctima de una metedura de pata de otro— vas a sentir mucha incomodidad y a identificarte con los diálogos y las situaciones que plantea esta película.
4. MAS QUE TERROR, TRANSMITE INQUIETUD
Durante dos horas vas a vivir, con la seguridad de la distancia que permite la ficción, en la piel de un hombre negro joven en EEUU, y vas a comprobar que casi todo parece una amenaza.
Esta no es una película de terror llena de sobresaltos, seres sobrenaturales y sangre. La historia se construye en base a dos claves: te importa el protagonista y te preocupa lo que le pueda pasar. ¿Por qué? Pues porque es negro, y en el fondo sabes que se la van a liar por algún lado en algún momento.
Te vas a identificar con él y vas a sufrir, pero no como se hace normalmente en el terror sino como una persona normal enfrentada a situaciones que no deberían ser normales pero que son absolutamente creíbles y desgraciadamente habituales.
5. MUESTRA LA VIOLENCIA POLICIAL MÁS SUTIL
No, no vas a ver a policías disparando y asesinando a negros, a pesar de que esto es una realidad en EEUU y en muchos otros países. Pero verás el vuelco que te da el corazón cuando aparece un agente y cómo ejerce una sutil violencia discriminando con total naturalidad entre ciudadanos blancos y negros.
6. NO OCULTA LA DURA VIDA DE LOS AFROAMERICANOS EN EEUU
La cinta muestra a los negros como capaces de ejercer profesiones artísticas y gubernamentales, pero no por ello niega que lo tienen mucho más difícil que los blancos desde la más tierna infancia. Si lloras fácilmente, prepara algunos pañuelos para cuando el prota recuerde su niñez.
7. TAMBIÉN SE CACHONDEA DE LA CULTURA AFROAMERICANA
Aunque la trama claramente denuncia el racismo, el guión no deja de reírse a costa de ciertos dejes de la cultura afroamericana en EEUU, encarnados por el mejor amigo del protagonista —en su forma de hablar, de vestir y de ayudar— pero también visible en la reacción de los policías negros, los clichés a los que recurren los blancos para hablar con los negros e incluso la conducta que los propios negros consideran "normal" en otro afroamericano.
8. ES EMPODERANTE DE LA MEJOR MANERA
Sin revelar demasiado, diremos que los recursos con los que cuenta el prota para hacer frente a la situación son su fuerza física y su inteligencia. Y no los emplea nada mal.
BONUS: PONE A PRUEBA LA PERCEPCIÓN Y EL INGENIO
La película está plagada de referencias, chistes e ironías sobre la historia afroamericana y el racismo en EEUU. ¿Eres capaz de pillar alguno? Aquí encontrarás referencias a varios.