A lo largo de esta mañana, los Mossos han efectuado una treintena de entradas y registros, principalmente en la ciudad de Barcelona y en su área metropolitana, así como en el Camp de Tarragona.
En el tiroteo, que la policía catalana desvincula de cualquier motivación yihadista, el detenido ha logrado alcanzar con un disparo a un mosso, que sin embargo no ha sufrido herida alguna gracias a la protección de su chaleco antibalas.
Sallent, que estaba al frente del cuerpo policial el día de la reaparición y fuga de Carles Puigdemont, pasará a ser el jefe de la Región Policial Metropolitana Sur de Barcelona.
El presunto autor se trata de un agente de policía jubilado, que ha disparado contra su ex pareja en su piso de Rubí y contra su actual pareja en Castellbisbal, donde ha terminado quitándose la vida.
Fuentes policiales manejan una hipótesis sobre por dónde habría esquivado la frontera el expresident para tratar de asistir a la investidura de Illa en Barcelona.
El asunto ya está en manos de la jefatura de la policía catalana, que estudiará si los agentes han podido incurrir en una falta discipliaria, según adelanta 'El País'.
El asesino se tiró a la vía en la estación de localidad y, al investigar el caso, encontraron una nota pidiendo perdón. Los Mossos han acudido al domicilio familiar y han localizado el resto de cuerpos. Las víctimas tenían 43 y 8 años.
El excomisario jefe de los Mossos señala que "comprobar que otros funcionarios y cargos públicos me perseguían es indignante, frustrante y decepcionante".
Los arrestados estaban muy relacionados con la delincuencia organizada y en los últimos meses presentaban indicios de radicalización, lo que motivó su arresto.
La operación policial conjunta ha comenzado sobre las seis y media, y agentes de Mossos y Guardia Civil han practicado entradas y registros en viviendas de Rubí, Sant Pere de Ribes y Martorell, en la provincia de Barcelona, así como en Mérida.
Completado el operativo policial para desalojar los dos inmuebles, propiedad de la Sareb, que albergan El Kubo y el CSO La Ruïna. Desde el interior han lanzado objetos contundentes, pirotecnia y líquido inflamable para detener a los agentes. Hay siete detenidos y, al menos, un agente herido.