Nos abordarán, hundirán nuestras lanchas, pedirán cárcel o cuantiosas multas por denunciar las agresiones al planeta, pero no pararán a los activistas de Greenpeace. Ni a Matilde, que se recupera en un hospital de Las Palmas, ni a Paco o Francesco.... Todos ellos sufrieron el violento impacto de las lanchas de la Armada en Canarias.