Ni el Estado, ni las empresas: solo nosotros podemos salvar el planeta
Como joven activista me he visto en la necesidad de acudir este viernes a la manifestación en la Puerta del Sol contra el cambio climático. Y como yo, otros muchos jóvenes de todo el mundo hemos dedicado nuestro tiempo y nuestras voces en gritar y reivindicar que sólo tenemos un planeta, y nos lo estamos cargando.
Como todo, la lucha contra la contaminación y el cambio climático está muy unida a la lucha contra el capitalismo, ya que él es el verdadero responsable de los productos tóxicos que expulsamos al aire diariamente. Un ejemplo de esto sería la industria cárnica, responsable de la mayor parte del metano, o la téxtil que ensucia nuestros ríos, por no nombrar la industria automovilística con sus coches y su petróleo. Cuanto más producen las empresas, mayor es la contaminación y menor nuestra esperanza de vida.
Pero, encontrado el foco del problema, ¿qué podemos hacer nosotros como ciudadanos y consumidores, contra tan crítica situación?
Muchos perderán la esperanza diciendo que somos simples peones y no podemos cambiar el sistema, pero lo cierto es que la realidad es bien distinta. Somos la base del sistema, se mantiene en pie gracias a nosotros y con pequeños cambios que realicemos en nuestra vida diaria, podemos obligar a las empresas a reducir su producción, y con ella su contaminación.
Por ejemplo podemos reducir nuestro consumo de carne, usar ropa ética o de segunda mano, o comprar fruta que no esté envuelta en plásticos innecesarios.
Solo tenemos un planeta y los únicos que podemos salvarlo somos nosotros, ni el Estado con sus regulaciones y multas inútiles ni las empresas con su falsedad y su egoísmo. Dejemos de robarle el futuro a las siguientes generaciones y esforcémonos por lograr un mundo mejor.