Manuel Díaz parece dispuesto a todo por señalar a un padre que desapareció de su vida sin haber hecho nunca acto de presencia. Una lucha a la desesperada que se salda a día de hoy con una prueba de ADN que despeja toda incertidumbre y con la dolorosa indiferencia y la escasa dignidad de Manuel Benítez negándose a comparecer.