Mañana, muchos vamos a estar delante de una pantalla, deseosos de ver el comienzo del mayor espectáculo deportivo del mundo. Río de Janeiro acoge los XXXI Juegos Olímpicos y Paralímpicos, los primeros en América del Sur, y estoy seguro de que la ciudad brasileña hará un trabajo fantástico. Al Reino Unido le honra haber aportado su granito de arena para que así sea.
El tema de las entradas se ha convertido en casi un asunto de Estado para la prensa inglesa y uno de los pocos puntos débiles de una organización olímpica prácticamente impecable. ¿Qué ha pasado para que no queden entradas y los estadios estén semivacíos?
Cuando te quieres dar cuenta, te has dejado más dinero en gastos superfluos que en el propio evento al que asistes. Así son los Juegos Olímpicos. Como un parque de atracciones en el que lo importante no es lo que ves, sino lo que parece que ves.