De aquellos veranos conservo multitud de sensaciones y recuerdos. Aquellos libros me educaron y crearon la vocación literaria que tengo. Pronto supe que quería ser escritor. Vivir aventuras y contarlas. No sabía lo complicado que era aquella vida soñada, pero cuando me quise dar cuenta, ya estaba atrapado por el veneno de la literatura.