Por un minuto hagamos lo que sugería Jo en uno de sus discursos. Pongámonos en la piel de una madre siria, de un hombre eritreo, de un niño de ese Yemen bombardeado por aviones saudíes, de las familias afectadas por sequías sucesivas en el Sahel. Tus hijos se enfrentan a la violencia extrema y el hambre. Tienes que decidir entre la muerte y la huída. El terror te inunda. Y si puedes huir, huyes, porque es la única alternativa. Cerca o lejos, cuanto más lejos, mejor.