Una posible irrupción de la formación de ultraderecha en el Gobierno de Madrid el próximo 4-M podría suponer un retroceso todavía mayor en materia medioambiental.
Imagine que es usted un niño o una niña de una zona rural pobre, cuya familia ha tenido grandes dificultades para lograr que asista a la escuela. Al igual que otros 50 millones de niños desde el año 2000, por fin ha llegado a las aulas. Lamentablemente, no aprenderá mucho.