Si va usted a salir del armario, hágalo cuando sea feliz, cuando se encuentre bien consigo mismo, cuando sepa quién es. O incluso, cuando no sabiendo qué o quién es, sepa perfectamente quién no es. Dé esperanza a los que no la tienen ya. Piense en Uganda, Rusia. En Rebolledo Alto de los Montes. Le están esperando.