Los distintos resultados electorales que hubo el fin de semana pasado en Latinoamérica no suponen un cambio en el giro a la izquierda que parece haberse instaurado en el continente desde inicio de la década pasada. Este, en 2013, quedó consolidado con las elecciones de Ecuador, Venezuela y Chile, toda vez que en 2014 hubo un continuismo de gobiernos progresistas en El Salvador, Bolivia, Brasil, Uruguay, además del caso paradójico de Costa Rica.