¡Ya basta! François Fillon es sospechoso de haber remunerado a su mujer y a sus hijos con dinero público por puestos de trabajo que nunca habrían ocupado. Sea o no sea culpable a ojos de la ley, lo que ha hecho es inmoral. Y la vida política, más que nunca, necesita ética.
Me resulta extraordinario que se presente a Emmanuel Macron como un hombre nuevo. Es cierto que fue banquero y que ganó mucho dinero, y que todo fue mérito suyo. Pero no olvidemos que fue consejero de François Hollande antes de su candidatura y que, como agradecimiento, le nombraron Ministro de Finanzas.
La victoria de François Fillon muestra que el voto de convicción ha superado al voto útil. Se puede pensar que esto se repetirá en las primarias socialistas después de dos primarias consecutivas en las que los electores no han elegido realmente al candidato acorde con sus convicciones más profundas, sino a aquel susceptible de poder llegar a la segunda vuelta.
Hace tiempo que evito confesar que soy periodista. Especialmente en las cenas típicas parisienses en las que se habla mucho de política y todos parecen siempre mas listos que tú. No son mas listos. pero sí mucho mas agresivos. El francés es quejica por naturaleza. Por eso, cuando cree encontrar al culpable de sus penas, se ensaña sin piedad. Hoy el culpable ideal de todos los males del país (aparte de musulmanes e inmigrantes) es el periodista.