"Las personas que iban en el coche no vieron ningún control ni ninguna orden policial de parada", reconoce uno de los mandos. Dos agentes han sido ya detenidos.
Fue increíble ver como un evento deportivo trasformó la ciudad y la mentalidad de las personas, han pasado ya 24 años y las imágenes más icónicas del espíritu de la Barcelona olímpica persisten a día de hoy en la ciudad. Otra imagen permanecerá en la memoria de los habitantes de Río de Janeiro, pero esta vez por desgracia nada tiene que ver con el espíritu olímpico.