María Guardiola es la gran protagonista de la semana. Ha sido capaz de pararle los pies a Vox, decirle que no días después de que en la Comunidad Valenciana y en una importante capital de provincia como Toledo su partido llegara a acuerdos con Vox. El 'terremoto Guardiola' está teniendo consecuencias interesantes en clave interna. Los barones territoriales y líderes del partido le reconocen su gallardía política. Guardiola dijo que no iba a entrar Vox en el Gobierno y, pese a que le darían los números con la ultraderecha, Extremadura parece que va a una repetición electoral. Pero hay un sector del PP que reconoce que esta firmeza de Guardiola ha puesto en entredicho a otros barones destacados como Carlos Mazón, el valenciano, que llegó a un rápido acuerdo con Vox usando la fórmula de Castilla y León. O a Marga Prohens, que no descarta esa fórmula en Baleares. Además del debate sobre sillones, hay otro interesante e ideológico. En su exposición de motivos, Guardiola dijo que no podía meter a Vox por sus posicionamientos sobre temas como la violencia de género o el colectivo LGTBI. Como destaca un importante dirigente del PP, estas son cuestiones nacionales, no depende de si estás en Extremadura o en la Comunidad Valenciana. Por eso, hay voces del PP que reclaman a Feijóo un posicionamiento clave en cuestiones importantes. Porque una cosa es autonomía y otra que cada uno haga lo que le dé la gana. Un destacado dirigente del PP recuerda que el partido no es federal, es decir, pide a Feijóo ser más claro sobre pactos y cuestiones ideológicas. En esta semana frenética, el ruido político ya no está en el PSOE sino en el PP.