Fernando Gamboa y Raquel González Osende, finalistas del Premio Literario Amazon Storyteller, cuentan sus positivas experiencias con Kindle Direct Publishing.
El escritor reconoce que a menudo se sorprende buscando al "niño feliz" que fue "entre los pequeñajos que, con fondo de villancicos, caminan de la mano de sus padres, deslumbrados por las luces, con gorros de lana y bufandas hasta la nariz; pero entre él y yo se interponen demasiadas botas pisando cristales rotos, demasiados amaneceres grises".
"Miro hacia aquellos escandalosos hijos de puta y le digo al camarero: 'He tenido que venir a una mesa que esté lejos'. Y el camarero, con ademán triste y elegante de viejo lisboeta, se encoge de hombros, sonríe melancólico y responde: 'Ya no hay mesas lo bastante lejos'".
A mis dieciséis o diecisiete años, yo ya emborronaba cuartillas, y por entonces ya tuve el fogonazo de que esa canción, La del pirata cojo, se merecía un libro ella sola, porque por sí misma era tan valiosa como La isla del Tesoro o La vuelta al mundo en 80 días.
Lean a Jabois, un joven de la añada de la Constitución española, como servidor, que acude de vez en cuando al Congreso para recrear luego en su cabeza situaciones irónicas que suceden en el mismo. Juega tan bien con la realidad y la ficción, que da igual quién es quién, eso no es lo importante.
Muchas veces he imaginado a un tipo que no escribe nada que no guste a la gente: un tal yo. Y es fantástico, porque si al cabo de una hora su artículo no ha recibido más de 10 visitas, lo borra inmediatamente como si nunca hubiera existido, y a los dos días lo vuelve a publicar para volver a probar suerte.