La mujer tuvo un problema con la bomba de insulina mientras dormía la siesta y se desvaneció. El pequeño acunó mientras a su hermana, de 24 días, para calmarla.
Mientras Naomí decía que sufría dolores y que temía morir, la telefonista respondía: "Algún día se morirá, eso está claro". Sufrió dos paradas cardiacas y un infarto.